
He pasado el covid, estoy pasándolo, quiero que pase ya de una vez, estoy un poco cansado de esta pandemia, el otro día soñé con momentos que pasaron en realidad, momentos prepandémicos: entrar en un bar de lavapies lleno de gente, llegar a una celebración familiar con mis primos y primas, etc.
Hace unos días en este estado de cansancio, fiebre, mocos, dificultad de concentración, conciliación familiar (mi pareja y mis hijos también lo han pasado) creo que como a eso de las 6 de la mañana en el baño, me vino esta pregunta a la cabeza.
¿ Cuál es mi impacto en el mundo? o lo que es lo mismo, qué he hecho que sea significativo, que sea importante para mi y para las demás personas, qué estoy haciendo con esto ahora, etc.
Enseguida mi respuesta fue esta «NADA», ostras me quedé un poco noqueado con la respuesta interna, que me argumentaba que no había hecho nada, la voz seguía hablando «este año hace 10 años que se cerro la cooperativa en la que trabajabas y en esta década no has hecho nada significativo». Entonces mire en internet, el rastro que había de aquella cooperativa ( se llama Lares. S.Coop.), sabéis que pasó que no encontré nada significativo.
Mi voz se hizo más grande, si haces algo significativo tiene que estar en internet, además tiene que tener audiencia, la gente lo tiene que ver, recordar, etc… En fin, que estaba jodido, porque de aquella época no había nada. Una época en la que recuerdo que las cosas que hacía, las cosas colectivas eran importantes, tenían un tinte importante de transformación.
Entonces empezé a defenderme, «noooo , internet no es el único lugar donde ves si lo que haces es importante».
Mi voz preguntó «te han dado alguna vez un premio, una mención, etc…», pues la verdad es que no, quizá algún día me toco algo en una tómbola, pero por azar, no por mis méritos, no por aquello qué hago.
En este momento me vino la palabra RECONOMIENTO a la cabeza, y claro, pensé esto tiene que ver con el reconocimiento, cómo estoy expuesto ahora al reconocimiento, el reconomiento, no deja de ser una relación, algo que acurre normalmente en el espacio interpersonal y social. También pensé que es algo que ocurre en el espacio interno, pero este pensamiento fue fugaz.
Eso es, dijo la voz, «ese reconocimiento no está, no lo tienes, si no está, no estás haciendo algo significativo».
6:02 el baño, con síntomas de covid.
Estaba cansadisimo, en todos los niveles, menuda conversación interna, que voz tan pesada, tan machacona. Voy a desayunar, miro mi movil, hace poco me abrí una cuenta de instagram, como buen «casiCincuentón» no entiendo nada de cómo funciona, me divierto aprendiendo y también pienso que esto de las RRSS es una mierda, que quita mucho tiempo.
6:10 La cocina
El café está saliendo, llevo una rato viendo videos en instagram, la voz vuelve «nunca saldrás en un video de esos virales, nunca te llamaran para hacer un charla de esas que hace la gente, inspiradora, con muchas visitas»… joder otra vez. Siento en ese momento el impacto que esta voz tiene en mi, no tengo fuerzas para defenderme y sigue con sus comentarios.
Me quedo pensando en este mundo en el que vivimos, este mundo de mostrarse hacía fuera, y el impacto que esto tiene en nuestro interior, en nuestra psicología, en cómo nos define la identidad… si logro despegarme un poco y mirarlo desde fuera, me resulta bizarro, muchas personas precarias vendiendo nuestra identidad, cotidianidad, por un like, o un reconocimiento externo. Si me desapego un poco más, siento también algo de miedo, pienso en cómo era la vida hace 10 años y las difererencias, sobre todo en cómo nos relacionamos, y veo muchas soledad, la siento en mi, soledad y desconexión con otras personas.
6:30 La cocina
La voz continua «mirate, estás echo polvo, no puedes con tu alma, todo el trabajo de esta semana sin hacer,…etc»
[…]
Este relato es una mezcla entre mi imaginación, mis reflexiones después de pasar el covid y la propia experiencia con mis voces internas… no pasó así, pero me pasa muchas veces. No sé si a vosotras también os pasa, si es así, lo siento, es un poco pesado sostener estas voces tan duras con uno mismo/a.
En mi diversidad interna, también me defiendo, » ya basta, un poco de compasión, joooooder que estoy enfermo», me conecto la la rabia y podría gritar esto muy, muy fuerte.
Ahora pienso en qué es el RECONOCIMIENTO, qué es de verdad, no el que vivimos de la imagen y los like, esas mierdas… y me viene todo el rato que es una relación, que el reconocimiento muchas ocasiones es sutil, pequeño, es saber sostener un cumplido cuando te lo dan, es saber rectificar cuando te equivocas, es tener compasión contigo mismo, con tus estados cambiantes de ánimo… el RECONOCIMIENTO es una relación.
Y la pregunta del impacto en el mundo, ¿qué hago con ella? pues me la quedo, es importante, es útil, me ayuda a mirar lo que hago e imaginar lo que me gustaría hacer, imaginar el futuro emergente, lo que quiero que pase: en este futuro quiero relacionarme más, relacionarme mejor, hacer cosas con gente y sentir que esta relación hace la diferencia, hace que sea importante, también pienso en la intimidad, en lo pequeño, en como el impacto puede ser invisible para mucha gente y significativo, muy profundo para algunas personas.
y tú ¿qué piensas de esto?
Leyendo esto que compartes se me ocurre que el reconocimiento es ser valorado por otras personas, o a veces simplemente una constatación de que existes en el mundo porque alguien te ve, te escucha, te siente, lo que también es una forma de ser valorado, de reconocer que tu existencia es valiosa y no pasa desapercibida.
Pero también me hace pensar en el reconocimiento médico, como un chequeo, una comprobación, re-conocerse, mirarse a uno mismo para conocerse, o desconocerse, o ver cómo anda la cosa por ahí dentro, que viene siendo lo que has hecho para escribir todo esto.
Y por si fuera poco, resulta que además te leo y me reconozco en muchas de las sensaciones que transmites.
Va a ser que sí es algo que tiene que ver con las relaciones.
Malditas relaciones digitalizadas, deshumanizadas, vaciadas de reconocimiento.
No obstante siempre existe un resquicio para subvertir la norma dominante que establece e impone el uso correcto de la herramienta.
Yo aquí a mi rollo, con mis voces y mis procesos, miro el teléfono y te encuentro, reconociéndote y mostrándote. Algo me toca, me mueve, me llega. Respondo. Agradezco que compartas esta palabra y la experiencia. De algún modo conectamos, en la distancia, en diferido, mediatizados por las pantallas y el código binario, pero sin dejar de sentir el vínculo del reconocimiento, que es al fin lo que nos hace humanos, y que nuestro estar en el mundo sea algo significativo por sí mismo.
No?
Me gustaMe gusta